Aplicaciones del neurofeedback

Tratamiento de la ansiedad con neurofeedback

Tratamiento de la ansiedad Neurofeedback Luxemburgo

Videoconferencia: el neurofeedback, un tratamiento eficaz contra la ansiedad

Esta conferencia presenta cómo trabajamos en Luxemburgo para ayudar a quienes padecen trastornos de ansiedad generalizada y otros trastornos (fobias, TOC...).

Un tratamiento eficaz y natural contra la ansiedad

En tan sólo unas décadas, el ritmo de nuestras vidas ha cambiado drásticamente. Por desgracia, esto ha ido en detrimento de nuestra salud física y mental: estrés, rumiaciones, ataques de pánico, crisis de ansiedad, dolores de estómago, trastornos del sueño, dificultades de memoria y concentración, palpitaciones... Estos síntomas son una clara señal de que la ansiedad se está cronificando. 

Aún no es muy conocido, aunque existe desde hace más de 50 años, El neurofeedback es un tratamiento eficaz, no invasivo, indoloro y sin riesgos para la ansiedad, con beneficios a largo plazo.. En ofrece una solución alternativa a los ansiosos desde 1970. En 2016, por fin es reconocido como una intervención de nivel 4 por la Evidence-Based practice para la ansiedad.

En las primeras investigaciones, la reducción de la ansiedad se conseguía aumentando las ondas alfa en el cerebro (ondas de relajación). El estudio de Garrett y Silver (1976) con 163 estudiantes mostró que la ansiedad se reducía en más de un 30% en el grupo de neurorretroalimentación, una diferencia significativa con respecto al grupo de control. Cuando se repitió la evaluación un año y medio después, los cambios y mejoras inducidos seguían presentes (Watson et al., 1978). Desde entonces, estos resultados se han repetido y verificado en numerosas ocasiones.

Una solución rápida y permanente para la ansiedad

Ejemplo de mapa cerebral (qEEG) de una persona con ansiedad: ondas beta rápidas y beta altas sobrantes (en rojo: rumiaciones, ansiedad...) con deficiencia de ondas delta/theta lentas (fatiga, mal sueño) y alfa (dificultades para relajarse) en azul.

Consulte la página correspondiente para obtener más información sobre qEEG y ondas cerebrales

Gracias a nuestra experiencia y conocimientos, hemos desarrollado una práctica única, específica de nuestra consulta. Esto nos permite actuar en varios niveles de ansiedad y trastornos relacionados:

Terapia dirigida y personalizada sin fármacos

Muchas personas se preguntan: ¿cómo puedo tratar la ansiedad grave sin tomar ansiolíticos?

La neurorretroalimentación no sólo funciona en la reducción instantánea del estrés o la relajación muscular. Tenga en cuenta que la sensación de ansiedad nunca es el único síntoma que se tiene. Por desgracia, va acompañada de muchas manifestaciones mentales y/o físicas.

Dependiendo de su historia vital, su personalidad, sus recursos... presentará diversos síntomas, con diferentes intensidades.
Aunque existen similitudes, una persona ansiosa no es representativa de todas las personas ansiosas. Lo vemos todos los días: los cerebros de nuestros clientes, a pesar de tener el mismo diagnóstico de trastorno de ansiedad, pueden ser totalmente diferentes. Para garantizar un tratamiento eficaz de la ansiedad, creemos que es imprescindible personalizar el tratamiento. Este es el punto fuerte del neurofeedback qEEG que empleamos. A diferencia de la medicación: medimos antes de actuar, para asegurarnos de que vamos en la dirección correcta con cada uno de nuestros clientes.

Consulte la página correspondiente para obtener más información sobre el Proceso → 

Resultados posteriores al tratamiento de la ansiedad

Estos son los resultados antes y después de 12 sesiones de neuroterapia para uno de nuestros clientes:

Antes de

En

Estos son los síntomas sobre los que podemos actuar:

En algunos casos, los síntomas anteriores pueden enmascarar el verdadero origen de sus dificultades: a veces, el trastorno de ansiedad generalizada es sólo un síntoma de lo que se denomina trastorno de estrés postraumático (TEPT).

Ansiedad y estrés: las diferencias

Según estudios de la OMS (Organización Mundial de la Salud), 260 millones de personas en todo el mundo sufren ansiedad y trastornos relacionados, tanto niños como adultos.

El estrés es una reacción fisiológica de nuestro organismo

Es un proceso evolutivo que nos permite movilizar recursos rápidamente para escapar o protegernos del peligro. En nuestra vida, todos lo experimentaremos, ¡pero su duración debe ser muy breve! Una vez pasado el acontecimiento, vuelves a tu estado básico: la calma. Si no es así, puede ser un signo de ansiedad.

La ansiedad es una reacción psicológica

Normalmente un acontecimiento puntual, el estrés se ha hecho demasiado presente en la sociedad actual. Se vuelve perjudicial y, cuando se cronifica, aparecen muchos síntomas. A la larga, provoca graves problemas mentales y físicos.

Nota: la ansiedad prolongada durante varios años conduce a la depresión y/o al agotamiento.

Síntomas y efecto a largo plazo

1. Síntomas psicológicos

2. Síntomas físicos y fisiológicos

3. Síntomas neurológicos y cognitivos

Las hormonas producidas por la reacción de estrés llegarán al cerebro y cambiarán su constitución. Su actividad cambiará.

La amígdala es la responsable de dar la alarma cuando existe un peligro potencial (por ejemplo, al caminar por el bosque y oír un ruido). Este mensaje se envía al córtex prefrontal, cuya función es evaluar la amenaza mediante un juicio racional: "¿Es real el peligro? No, no hay ningún león en el bosque, no tengo miedo". Una vez eliminada la amenaza potencial, el sistema nervioso vuelve a la normalidad y la amígdala entra inmediatamente en estado de alerta.

Cuando la ansiedad se vuelve crónica, la amígdala se activa de forma casi permanente y el córtex prefrontal deja de desempeñar su papel: se desactiva. Como el cerebro es un músculo, cuanto más se utilice una zona, más neuronas y conexiones contendrá, más fuerte será. Se establece un círculo vicioso. El cerebro ya no sale del estado de estrés, ya no está en el momento presente. Sin relajación, todo el sistema nervioso está irritado e hiperactivo = estado de hipervigilancia.

4. Consecuencias negativas a largo plazo

A corto plazo A largo plazo
Músculos tensos Dolores musculares y de cabeza, migraña
Aprovechar los recursos energéticos Insomnio y fatiga crónica
Sistema inmunitario debilitado Susceptibilidad a las enfermedades infecciosas
Detiene la renovación y el crecimiento celular Envejecimiento precoz o retraso del crecimiento en los niños
Aumento de la glucemia Riesgo de diabetes
Aumento de la presión arterial Hipertensión y arteriosclerosis
Sistema reproductor reducido o inactivo Disminución de la fertilidad y la libido, disfunción eréctil / ciclos menstruales
Digestión parada Trastornos digestivos

El cuerpo y nuestro sistema nervioso pueden soportar un mínimo de estrés, pero cuando se vuelve crónico puede causar grandes daños.

Tratamientos tradicionales de la ansiedad

Medicamentos

El tratamiento farmacológico es la solución más conocida para los trastornos de ansiedad. Los más utilizados son las Benzodiacepinas (Xanax, Temesta, Valium, Lisanxia...). Sólo están disponibles con receta médica, a diferencia de la neuroterapia. No se necesita receta para acudir a las sesiones.

La medicación debe considerarse una muleta, es decir, una ayuda para seguir adelante durante un periodo difícil y doloroso. En ningún caso debe convertirse en un tratamiento de la ansiedad a muy largo plazo (tomado durante 5, 10 o incluso 30 años). Desgraciadamente, esto ocurre muy a menudo, pero tenga en cuenta que aunque la medicación sea eficaz, no le curará. A menudo, en cuanto se dejan de tomar, los síntomas reaparecen, si no se ha explorado la causa subyacente. Además, pueden ir acompañados de efectos secundarios muy desagradables.

No están contraindicados en combinación con sesiones de neurorretroalimentación, al contrario. Y, sobre todo, nunca suspenda bruscamente su medicación sin comentarlo con el profesional sanitario que le sigue, ya que puede ser peligroso.

Terapia

Nunca subestimes el papel que desempeñan los acontecimientos que has vivido, la educación que has recibido, tu personalidad, tus creencias (nada que ver con la religión aquí)... en tu salud mental. Es importante cuidarse.

Acudir a un psicólogo no te hace débil ni loco. No dudes en empujar la puerta de un profesional (terapia sistémica, EMDR, TCC...).

Actividades y medicina alternativa

Además de la medicación, la terapia y/o las sesiones, puede aplicar prácticas en su vida diaria. Ten en cuenta que lo que hará que sean eficaces es la constancia de una práctica regular.

Meditación

Hay una gran variedad de ellos: encuentra el que se adapte a ti (ten en cuenta que debes evitar el mindfulness si tienes un trauma psicológico o depresión).

Neuromeditación

La meditación es complicada cuando se está ansioso, a veces es imposible calmar los pensamientos. Existen dispositivos asequibles y eficaces para la meditación asistida por EEG (contacta con nosotros para más información).

Yoga

Es un deporte muy suave que combina bien con la meditación. No subestimes su poder sobre tu bienestar. Hay yoga especial para la ansiedad, los traumas, etc.

Coherencia cardiaca

Nuestro cerebro influye directamente en nuestro corazón: late más deprisa si la emoción es fuerte, pero lo contrario también es cierto: la velocidad de los latidos influye en nuestro cerebro. La coherencia cardíaca ayuda a regular la velocidad de los latidos del corazón para ponerla en consonancia con nuestro cerebro. Puedes aplicar el método 365 con regularidad.

Acupuntura

Es eficaz para muchos problemas relacionados con el estrés y las dificultades de gestión emocional: ansiedad, sueño, preocupación, tristeza... Ayuda a reequilibrar las emociones y la mente.

Complementos alimenticios (consulte siempre a su médico)

¿Sabía que más del 70% de los franceses tienen carencias de magnesio? Es un mineral importante para nuestra salud mental y física porque es necesario para más de 300 reacciones enzimáticas. En particular, para la producción de energía (su carencia provoca auténtico cansancio). El estrés hace que el magnesio pase directamente a la orina y nuestro organismo no lo sintetiza, por lo que es importante aportarlo a través de una alimentación variada. La carencia de magnesio aumenta el estrés, y el estrés aumenta la carencia de magnesio.

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